martes, 24 de septiembre de 2013

Todo uno fui

...
Sé que lo amé. Cómo negarlo. 
A través suyo me vi ola, 
vorágine, relámpago;
ceniza de entre los muertos
que resucitan,
y acaso surcan los cielos, 
algún quebranto;
todo uno fui:
embate y golpe,
canto rodado.
...
...
...
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"